Una de las excursiones típicas e imprescindibles que se deben hacer en Guatemala es la subida del Pacaya. En realidad no subes al cono del volcán, ni siquiera te acercas. Pero te llevan a una de las laderas donde ves fluir la lava y casi la puedes tocar. Es una sensación tan impresionante que merece la pena caminar hora y media para disfrutar de ese espectáculo.
Hay una visita por la mañana y otra a las 2 de la tarde. Nos aconsejaron ir por la tarde porque al atardecer resalta la roja lava sobre la roca negra. El precio desde Antigua fue de Q120 (unos 15 USD) que incluye transporte y guía hasta el rio de lava. Si no quieres caminar, al comienzo del sendero te ofrecen caballos, unos Q100 por subirte.
Las imágenes hablan por si mismas.
Vista satélite del volcán