Una de las excursiones típicas e imprescindibles que se deben hacer en Guatemala es la subida del Pacaya. En realidad no subes al cono del volcán, ni siquiera te acercas. Pero te llevan a una de las laderas donde ves fluir la lava y casi la puedes tocar. Es una sensación tan impresionante que merece la pena caminar hora y media para disfrutar de ese espectáculo.