Si te gusta la naturaleza y las cascadas no debes dejar pasar la oportunidad de ver la Cascada de Oneta. Hablo en singular cuando en realidad son 3 cascadas porque yo solo visite la primera, que es de “fácil” acceso,hay carteles, camino marcado y, según dicen, es la mejor y mas alta de las 3.
Es una ruta de apenas una hora de recorrido que deja bastante tiempo libre del día para visitar otros sitios de la zona.
El cartel explicativo que está en el lugar da la siguiente explicación de la cascada:
Se trata de la primera de las tres cascadas, llamada la Firvia/Firbia; tienen una caída de agua de más de 20 metros de altura originado por la erosión del agua sobre las bandas alternantes de rocas de diferente grado de resistencia (cuarcitas muy duras y resistentes frente a pizarras blandas y deleznables). El agua cae en un pozo en el que se acumulan los grandes bloques de piedra desprendidos de la pared rocosa. El musgo sobre las rocas, la luz filtrada entre los alisos, los sauces, los frenos,… y la propia agua (sus vapores y el ruido que produce), confieren un halo mágico a este rincón escondido entre las montañas de Villayón. Si tenemos suerte podremos ver nutrias, mirlos acuáticos y otros animales en las orillas o dentro del propio río. Aguas abajo hay otras dos cascadas de gran belleza pero de más difícil acceso por lo que se han de extremar las medidas de seguridad para poder contemplarlas.
Y la pagina oficial de turismo de Asturias comenta esto:
Iniciamos la ruta en el centro del pueblo de Oneta. Un camino ancho y totalmente llano, que transcurre al principio entre casas y luego a través de una era, dejando el río a la izquierda y el cementerio a la derecha, nos acerca hasta la caseta que antiguamente servía como central eléctrica para el pueblo de Oneta.
Pronto veremos que el cauce del río comienza a estrecharse y que la corriente discurre por formaciones rocosas, entre las que se abren numerosos pozos, alguno, como el llamado del Diablo, de gran profundidad y peligrosidad por sus remolinos.
El río de pronto se esconde y se despeña verticalmente por una altura de unos 15 metros. Es la primera de las tres cascadas, llamada La Firbia. Es posible descender por camino hasta el fondo y contemplar un grandioso espectulo. El desprendimiento de rocas, a lo largo de los siglos, formó una especie de circo de piedras, que bordea el gran pozo donde se estrella el agua. La vegetación de los alrededores comprende toda la amplia gama de árboles caducifolios de la región atlántica: alisos, fresos, sauces, castaños, saucos, etc.
Si el acceso a esta cascada es fácil, no lo es tanto a la segunda y la tercera. La segunda se encuentra al final de una gran pendiente, entre frondosa vegetación, y su menor verticalidad la hace menos espectacular que La Firbia. No muy lejos se encuentra la tercera, llamada de Maseirua, la más pequeña de las tres y la menos visitada por el hombre debido a su protección natural y lejanía.
Observaciones
Ruta lineal
Itinerario: Oneta – Cascadas de Oneta y regreso
Distancia: 2 Km. (ida y vuelta)
Duración: 1 h. (ida y vuelta)
Desnivel: 25 m.
El plano de situación por si quieres saber donde comienza esta pequeña y bonita ruta.
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