El parque arqueológico de Quiriguá es famoso por sus enormes estelas de piedra tallada. No es el imponente Tikal ni el variado Copan pero dedicarle entre 1 y 2 horas en pasear entre sus estelas y visitar la tienda-museo del Jade merece la pena.
Ir por tu cuenta es un poco complicado pero no imposible. Bueno, depende de donde estés. Desde Rio Dulce nos ofrecieron transporte privado hasta Copan Ruinas pasando por Quiriguá. No recuerdo el precio pero es una opción interesante para no perder ni tiempo ni de visitar este parque arqueológico.
Lo cierto es que nosotros fuimos por libre y, a pesar de las peripecias que pasamos para llegar, conseguimos en el mismo día salir por la mañana Livingston y llegar por la noche a Copan Ruinas pasando por este parque.
Los 80 Quetzales de entrada si merecieron la pena para mi, aunque otros del grupo se lo hubieran pensado 2 veces. Claro, no a todos les gustan las “piedras” como a mi. Eso si, el parque está muy bien cuidado y el entorno es precioso. Lastima que el calor, y a veces los mosquitos, no te dejen disfrutar tranquilamente del lugar.
Pero podéis haceros una idea con las siguientes fotos del lugar: